El formato audiolibro es lo más. Permite leer el triple y sacar provecho a momentos tontos; viajes en coche o en el bus (no te mareas), haciendo las cosas de casa, en el footing... En España hay un prejuicio tonto con los audiolibros que no tiene demasiada razón de ser. En otros países los consumen como agua y tienen una oferta gigantesca y de calidad.
Lo malo es que en español encuentras poco, malo y caro. Si quieres escuchar audiolibros buenos tienes que, o piratear los de la ONCE (todo el mundo lo hace) o comprarlos en inglés.