Durante una temporada, y que nadie se dé por aludido, me parecían un poco como de chapero. Más que nada, porque los maricas del ambiente que se dedicaban a tan noble profesión las llevaban. Yo me figuraba que era para tener allí los condones, el lubricante... vamos, el kit de ejercer. Pero mi excosa también tenía una sin ser él nada de eso.