A mí sí me gusta arreglarme pero a mi manera.
Para trabajar hay muchas cosas que no puedo llevar: tengo que agacharme a medir o montarme en escaleras e ir a sitios que están medio en obras y a la vez parecer profesional, así que al final casi siempre llevo vaqueros, camisas o blusas monas y zapatos planos tipo blucher o botas chelsea, en verano me permito un poco más de fantasía pero tampoco mucha porque no puedo acabar enseñando el culo.