Me aburre mucho el discurso anti gimnasio este de "a nadie le gusta en realidad, todos somos esclavos de la superficialidad y el culto al cuerpo, confesad que lo que os hace felices es no ir" o los de "no voy al gimnasio y por eso el mundo intenta volverme infeliz y presionarme para ir, cuando yo que soy un hombre real, con curvas no quiero tener estos traumas".
Al que realmente no le guste ir al gimnasio, que no vaya, pero que no me vengan a decir que en realidad no me gusta ir, o los motivos por los que voy, o dejo de ir.
Si este chico esta esta esperando las endorfinas de ir al gimnasio, que deje de hacer ejercicio físico de golpe un mes, y mire a ver si es más o menos feliz que ahora, si se siente más o menos saludable, o más o menos enérgico.