Ay, eso de la mirada fija durante 10 minutos me pasó a mí el año pasado en un restaurante chino con los del curro. Llegué un poco tarde y los demás ya estaban comiendo, así que levanté la mano para pedirle la carta a la china que estaba de pie mirando al infinito. Entonces giró la mirada hacia mí y pasó tanto tiempo que me estuvieron viniendo flashbacks a la mente de toda mi vida anterior. Al final ya no aguantaba más, y tuve que buscar ayuda entre el resto de la mesa, estábamos todos flipando con la china estática. Qué risas, pero me indigestó la cena.