Cuando mi padre dice "habemos seis trabajadores en el despacho", pienso que el pobre señor no ha tenido la formación necesaria en su vida para saber que es un error.
Cuando lo dice alguien de mi edad, pues me entran las ganas de dar collejas, francamente, porque en EGB nos lo enseñaron la mar de bien.
Otra cosa es que hablando entre colegas se hagan errores a propósito, pero eso forma parte de un código humorístico compartido. Como cuando aquí hablamos divafatalés, o escribimos "hamor" y demás. Donde curro, con mi compañera tenemos un lenguaje propio malhablado de mierda igual: dossieración, fotocopieciancias, y tonterías de esas.