Es que llevaba días volviendome loco con el olor que no sabía de donde venía... Hasta que localicé una silla desde donde se meaba y chorreaba al parquet... Había una costra acojonante, que se ha comido el barniz y la silla tenía estalactitas amarillas por donde rezumaba...
Vamos, no la he tirado por la ventana porque dios no ha querido.