Pues yo llegué virhensito a mi erasmus en París porque en Sevilla estaba muy cortado. No me atrevía a dar el paso de quedar con un tío para follar y no me gusta nada salir de fiesta. Además me siento incómodo cuando muchos tíos me miran en plan sexual, así que no me gusta ir a bares de ambiente. Pues aquí se me abrieron las alas de Cupido y quedé con un tío que tenía 38 años y era muy guapo.
Quedamos y follamos. Fue un polvazo, me imagino que porque tenía ya 21 años y había pasado mucho tiempo pensando qué quería hacer. Fue todo muy natural y me pasó algo que solo me ha pasado una sola vez más en mi vida (de hecho con Warren, el que me dejó hace poco y que me gustaba tanto): me corrí tres veces sin que se me bajara la erección. Estaba super a gusto con él y me pillé bastante. En la segunda cita recuerdo que me dijo que llevaba una semana sintiéndose mal, cansado y resfriado (que por lo visto es normal cuando pillas el VIH). Empezamos a vernos de manera muy regular y en plan durmiendo los dos abrazaditos.
Lo malo es que él no se terminaba de abrir a mi, no hablaba mucho de él mismo y cuando yo le tiraba de la lengua cortaba la conversación. Muchas veces me dijo "soy muy complicado", y como yo creía que podía llegar a su corazoncito y que tenía el poder de cambiar a la gente seguí ahí, enamoraito. Cuando le diagnosticaron el VIH me informé y decidí seguir con él como si no pasara nada.
Unas semanas después me fui de viaje una semana a Suecia y cuando volví le mandé un sms para vernos esa noche. Me contestó, en su sms, que a partir de ese momento eramos solo amigos y que "je t'aime bien mais je ne peux pas t'aimer".