Lo gracioso es que luego, cuando mis padres me preguntaron si era gay a los 19, el que más pasó del tema fue mi padre, mientras mi madre se deshacía en lágrimas.
Después todo ha ido chachi y siempre he traído a mis parejas a casa con total normalidad. Anda que no estaba orgullosa mi madre de tener un yerno, que luego resultó ser un hdp, pero bueno, eso no viene al caso.