Pues yo siempre fui a público y en el colegio no, pero en el instituto sí que lo daba un cura.
En el colegio, durante unos cuantos años, yo era la única que no daba religión, así que me dejaban en la clase calladita haciendo los deberes (luego me dejaban ir a la biblioteca o me ponía a ayudar a la directora a hacer fotocopias o cualquier cosa). Las clases que presencié me parecieron una chorrada, básicamente los niños hacían dibujos, recuerdo que me impactó el día que dieron los colores litúrgicos. Aún haciendo mis cosas creo que yo me enteraba de más que la mayoría.