Lo clavaba José Luis Gil, que dobla de maravilla. Anabel estaba simpática, pero a mí me chirriaba un poco.
Me da rabia la manía que tienen de poner a doblar a famosos. Lo de Fernando Tejero en El Espantatiburones o Ana Rosa Quintana y Esther Arroyo en Los Increíbles era un crimen.
Emma Penella, eso sí.