Pues yo sí que veo diferencia entre lo de Izal y los follógrafos. Pero claramente.
Otro tema que no se debate, y me parece bastante necesario empezar a hablarlo:
En una época de sobreexposición en las redes, en las que ya no solo llegan a tu día a día más rutinario como una cena de sushi en pijama, si no a fotos de desnudos en público. ¿Por qué nos llevamos las manos a la cabeza cuando las respuestas a esta falta de privacidad deliberada van en el mismo sentido?
Yo soy libre para enseñar todo lo que quiera de mi cuerpo, pero tengo la piel fina cuando hay babosos que reaccionan en este caldo de cultivo que propicia que haya más gérmenes que nunca.