Yo estoy todavía dilucidando si existe o no el sexo o qué es exactamente. El biológico creo que sí, que tiene una base fenomenológica fuerte y aunque hay gente que nace con un genotipo o un fenotipo atípico, son casos particulares que no contradicen la norma. De este sexo poco se puede elegir, me da. Es el que hay.
Luego está el sexo sentido, que ahí ya entran factores tanto biológicos como culturales. Y sospecho que en mucha mayor medida los primeros y sobre todo en el cerebro. Lo que está claro es que es uno de los pilares sobre los que construyes el siguiente sexo, el llamado género. Que tiene más que ver con quién tú eres hacia los demás. Aquí el factor cultural es fuerte, porque es más simbólico o de adaptación social.
Para mí el problema de la ley trans está no en ella misma, sino en el propio acto registral. ¿Estamos poniendo sobre el papel qué sexo? ¿Por qué lo hacemos? ¿es necesario ese registro? Yo me inclino por el "no es necesario".
Me pasa un poco como cuando se extendió el matrimonio a las parejas no heterosexuales. El camino, a mi juicio, pasaba por el borrado de ese concepto por anacrónico. Pero se optó por darle valor y renovarlo.
Pues algo parecido a registrar tu sexo. Me parece más adelantado extinguir la anotación de ese rasgo.