El año pasado, excepto que en Madrid a las 5 de la tarde hace una torrá del copón, no creo que hubiera excesivos problemas, había baños de sobra, máquinas de vapor de agua fresquitas, alguna sombra y refrigeración en las naves y bastantes puestos de comida.
Lo único que aumentaran un poco la zona chill out que era una maravilla.