Pues yo lo he vuelto a escuchar esta mañana y el fado me parece espectacular, las melodías están ahí y la voz y letras me hacen llorar.
Yo creo que con este disco ha conseguido llegar al corazón de se experiencia como artista, que siempre ha sido una experiencia espiritual, y para hacerlo se ha sentido libre de utilizar todos los recursos a su alcance , porque la realidad no es uniforme, y por tanto no debería confinarse a una categoría estanca (tampoco la música, ni el pop, que es lo que ella hace).
El sentimiento que cuenta puede tomar la forma de una rumba, un fado, un aria de ópera, o ser cantada en español, catalán o inglés. Todo es válido en tanto que le permite expresarse como necesita, no siente que tenga que tomar una forma u otra, como hacía en sus discos anteriores. Aquí se lo permite todo.
Es una propuesta maximalista, pero al mismo tiempo creo que encuentra una sencillez y coherencia en el conjunto. Yo en ningún momento pienso: " ah, nueva ocurrencia, ahora va por este género", sino que veo a Rosalía atravesándolo todo.
Supongo que se conecta o no, pero que es un pedazo de disco y ni hasta el más cínico podrá negarlo.