Vaya discazo se ha marcado. A veces corre el peligro de parecerse a un álbum de Pink Martini (versiones de Puccini, Bach, Kanye West, Serrat, Madonna, Sufjan Stevens! En 13 idiomas!) pero sale airosa del experimento porque juega con unos recursos muy específicos y mantiene intención y coherencia todo el rato. Es una visionaria y una estrella del pop mundial. Esto es lo que podrían haber sido Madame X, Born this way o Fossora si tuvieran estas melodías preciosas y esta producción tan prístina. Además, el pathos religioso y las culturas catalana/española están muy bien expresadas, y de hecho forman el corazón del álbum. Rosalía es esa extraña estrella mediática que es capaz de hacer de lo particular un universal. Qué talento tiene la jodía.