A mí también. Que llegue del trabajo con su caja de herramientas, mientras yo me seque las manos en mi delantal, que me sonría y nos demos un pico; que se quite su mono del trabajo cuando yo le esté preparando en la cocina sus aceitunitas y su cervecita para que vea el fútbol a gusto. Que baje, le ponga un cojín en sus piernas para que esté tumbado cómodamente. Que esa noche me empotre fuertemente.
(Que que que que que que que que que).