Hoy me ha vuelto a pasar una de esas situaciones -en realidad muy parecida a la anterior- que podrÃan ir a ese programa de muertes absurdas. La primera fue al principio del curso pasado, cuando se me deslizaron los cascos de la oreja mientras subÃa a la facultad en la bici, y estos se enredaron en la rueda de atrás. Justo cuando salÃa de una rotonda a la que habÃa entrado tras una cuesta abajo. Temà lo peor, en plan personaje de Destino Final. Paré la bici en un lateral antes de que acabara dando vueltas rodeado de coches.
Hoy ha sido del estilo. Una bolsa de plástico danzarina, a la que no le he hecho mucho caso cuando he pasado a cuya su (*) vera, y que se ha enredado también en los piñones de la rueda trasera. Me he dado cuenta porque de golpe se ha frenado la bici, dándome un gran susto.
(*) @sexapolar, me suena fatal asà la frase, pero no sé cómo escribirla.