Efectivamente, Georgina está abonada al drama y Eurovisión era un paso necesario y coherente en su carrera. Pero vamos, que el año que viene vuelve más mazado aún y a lo mejor se lo lleva. El concepto "calentemos pollas con mucha ambigüedad sexual, malotismo y exotismo" lo tenía claro. Pero la canción no estaba pensada para tal fin.