Madre mía qué fauna hay por el mundo.
Yo compartí piso al irme a Madrid y eramos 6, no nos conocíamos ninguno por lo que muy bien al principio al no haber confianza.
Uno de ellos acabó siendo mi NOVIO como ya sabéis. La inglesa es íntima amiga a día de hoy y del resto (una argentina, un francés y otro español) no se nada. Había días que les quería matar por cosas como dejar sartenes sucias en el fregadero, migas de pan everywhere, pero como casi no estaba en casa y teníamos asistenta, al final era superable.
Cuando fueron cambiando los integrantes de la casa ya fue el descontrol (había uno de Almería que después de comer se iba a su cuarto, cogía el rollo de papel y bajaba la persiana, así sin cortarse un pelo; un alemán que tenía muy mala leche, un catalán pesadísimo que comía botes de garbanzos como si no hubiera un mañana), nos fuimos a vivir juntis.
Me reconfirmáis que vivir solo es lo mejor del universo.