Es doloroso porque al irme esta mañana de casa he pensado "qué bien, me ha sobrado leche para el café de mañana, así que me voy animada a pillar el bus de vuelta al pueblo (5 horas y media de bus) y joder, pues me hacía ilusión levantarme y tomarme mi café con leche con mis galletitas.
Llego a casa super reventada de clase, abro la nevera y veo que se han bebido mi leche. O SEA, OJALÁ ESTA NOCHE LES ROMPAN UNA PUTA BOTELLA EN LA CABEZA CUANDO ESTÉN SIRVIENDO COPAS. CABRONES.