Menos de dos semanas después, la noche del 11 de junio de 1974, volvió al campus de la universidad de Washington, Seattle, para raptar a la antigua animadora Georgean Hawkings mientras recorrÃa los pocos metros que separaban el colegio mayor de su novio del suyo propio. Ãsta serÃa su sexta violación con asesinato conocida. Cuando desapareció Georgean, varias estudiantes dijeron haber visto por la zona a un hombre con una pierna escayolada y con muletas. Al parecer, Bundy esperó un mes entero antes del siguiente golpe; esta vez mató a dos en un mismo dÃa, como para recuperar el tiempo perdido.
El 14 de junio de 1974, un domingo de verano en la playa de Lake Sammamish, plagada de bañistas, hizo una variación sobre su anterior treta y abordó a una mujer llevando el brazo izquierdo en cabestrillo. Inició una conversación casual con ella y le preguntó si podÃa ayudarlo a traer la barca. Ella aceptó y lo acompañó hasta el aparcamiento, pero vaciló al no ver ninguna barca allÃ. â¿Dónde está?â, preguntó. âEstá en casa de mis viejosâ, contestó Bundy, âjusto ahÃ, subiendo esa cuestaâ. La joven no se fió lo suficiente para acompañarlo; pero poco después, Janice Ott, de veintitrés años, aceptó.
Como contarÃa después Bundy a sus biógrafos, âél no podÃa alejarse una gran distancia sin despertar las sospechas de las chicas que iban en el coche. AsÃ, buscarÃa un espacio apartado, una zona apartada, a una distancia en coche relativamente corta de la zona del lago Sammaamish. En algún lugar donde no hubiera coches, tráfico ni nada. Ãl interpretaba un papel. HablarÃa del tiempo, para que no se notara su ardid; una conversación de lo más corriente. Ãl tenÃa una casa por la zona, y las llevó hasta allÃ, llevó a una chica a la casa primero y volvió para coger a la otra.
âEl individuo la retendrÃa en un lugar en el que, ya saben, tuviera seguridad sobre ella, luego habrÃa un mÃnimo de conversación, ya saben, calculada para evitar desarrollar algún tipo de relación (...) Si hubiera sido cauteloso, probablemente habrÃa matado a la primera chica antes de ir por la segunda. Pero, en este caso, como hemos dicho que no estaba actuando con cautela, no habÃa matado a la primera cuando raptó a la segunda (...) SeguirÃa el mismo procedimiento con la segunda chica que con la primera (...) Era dueño, por asà decir, de esta persona. Luego el yo normal empezarÃa a reaparecer y, dándose cuenta del doble peligro que corrÃa, sentirÃa pánico y empezarÃa a pensar en la manera de ocultar sus actos, o al menos su participación en ellos. AsÃ, matarÃa a las dos chicas, las colocarÃa en su coche y las llevarÃa a una zona apartada y las dejarÃaâ.
Fue, pues, de esta manera como Janice Ott y Denisse Naslund fueron raptadas y transformadas en sus posesiones séptima y octava. Cuando hubo terminado con ellas y con sus cuerpos, las arrojó en uno de sus cementerios y fue a pasar la noche con su amante, Meg Anders. Aquella noche se quejó de un resfriado, pero devoró varias hamburguesas grandes.
Diecinueve dÃas después, el 2 de agosto de 1974, raptó a Carol Valenzuela, de veinte años, en el centro de Vancouver, Washington. Cuando hubo terminado con ella, la estranguló y arrojó su cadáver a otro de sus cementerios, junto a la frontera con Oregón. Carol ocupaba el número nueve en su lista de mujeres asesinadas. La décima vÃctima, también una mujer joven, no fue identificada nunca, pero su cadáver fue encontrado cerca del de Valenzuela.
La población de Washington respiró aliviada en septiembre y octubre, meses durante los cuales no se denunciaron nuevas desapariciones, y la policÃa empezó a especular que el asesino podrÃa haber abandonado el estado. Era cierto. Bundy se habÃa mudado a Salt Lake City para matricularse en la Facultad de Derecho de la Universidad de Utah. Esperó al 2 de octubre de 1974 para cometer su primer asesinato confirmado en Utah en la persona de Nancy Wilcox, de dieciséis años, que hacÃa de animadora en su instituto.
Unos dÃas después, el 18 de octubre de 1974, raptó a su duodécima vÃctima, Melissa Smith, de diecisiete años, hija del jefe de policÃa de Midvale, Utah. La violó, sodomizó y estranguló con uno de los calcetines largos de ésta, abandonando su cadáver desnudo junto a la carretera, con la vagina llena de excremento y rastrojos. Las pruebas médicas indicaron que la tuvo cautiva al menos una semana antes de matarla, aunque probablemente la joven estuviera inconsciente durante todo ese perÃodo a consecuencia del fuerte golpe recibido, que le habÃa fracturado el cráneo.