Me parece muchísimo más inquietante el caso de Angie, aunque en otros casos la víctima sea un niño.
Las motivaciones, el echo de buscar a tu víctima, ponerla en tu punto de mira, suplantar su identidad durante meses mientras se convierte en tu amiga. Incluso humillando su amiga/víctima ya después de muerta preparando la supuesta escena sexual con todo el tema del semen. Todo eso, y más, sin mostrar la más mínima emoción. Es escalofriante.
Que vamos, lo de la Ana Julia también es de los crímenes que no se olvidan. Pero es que lo de Angie...