Visto el primero de la segunda temporada. Lo bueno, como siempre, es que se ve en un suspiro, es fresca y parece todo muy cotidiano y real. La banda sonora está muy bien y han mejorado algunas cosas respecto al año pasado: la rubia tiene gracia (no recuerdo que la tuviera en la primera temporada) y Agustín por primera vez no me ha parecido un gilipollas integral.
Lo malo, precisamente, es que quiere ser tan natural y cotidiana que a veces se queda en poquita cosa. Lleva 9 capítulos y, salvo momentos puntuales, la historia no acaba de enganchar (las tramas de Dom y Agustín me importan cero). No se puede decir que los personajes sean memorables, ni siquiera especialmente interesantes. Si la serie no fuera de gays, seguramente no la veríamos.
Y eso es todo lo que quería decir.
Ah, eso y que no me representan :))