Yo conocí a un loco total en un centro donde hacen pruebas gratuitas del VIH. Chapurreaba español y cuando no le salía una palabra se pegaba a si mismo, una vez con un boli en la mano. Me dijo que era artista, que era actor y que hacía música, y que fuera a verlo en una función suya. Luego se enfadó porque le hacían un test personal pero anónimo y cuando le tocó contestar cuál era su orientación sexual soltó un discurso (al aire, nadie le miraba) sobre las etiquetas y que él no quería eso y que vaya mierda. Todo el rato así.
Lo mejor fue cuando se acercó al recepcionista a pedirle un caramelo, le dijo que no tenía, él pilló un rebote y dijo alguna movida y solo acerté a escuchar al recepcionista decir: "Señor, nadie le está pidiendo que se vaya". Me meé con eso, el tío estaba totalmente en su mundo.