Empecé en un nuevo trabajo, y una persona me pidió por favor si podía hacerle un par de días, que me los devolvería. Me venía muy bien, porque, además, tenía dos bodas próximas. Pues resulta que ha cogido la baja y seguramente no vuelva. Me siento engañado, además hoy era una de esas bodas. Ahora me toca hacer mans i mànigues para la otra, que además es de dos días y lejos de casa.