Nunca dejará de sorprenderme como comen de mal aquí, como si tuvieran sanidad pública para tratarse luego sin coste...
Subimos en el ascensor y me presentan a gente y otro que estaba ahí dice "ahhh no es americana, ahora entiendo la ensalada"
Efectivamente en la cafetería no haba nadie preparándose una salvo yo, y no me había dado cuenta