En el piso de abajo de Republik una vez hice un deathdrop cuando resbalé en un charco de cerveza. Fue el remate a una noche en la que me habia colado en los camerinos de la sala Sol, conocí a un par de valencianos dentro, los convencí a que me acompañasen a comprar un par de botellas de Jager a un 24, los llevé y solté en casa de un colega en Sol y todo el mundo presente los odiaba y yo pasé de ellos hasta que se piraron.