Pero si te dicen que tienes que cantar una canción que se llama "turn the bottle" se entiende que es una canción sobre el juego de la botella y a quién te va a tocar besar. Tal vez con 20 años tiene cierto sentido, pero si rondas los 30, tener que sacar un single para adolescente que forren sus carpetas con tu foto a lo mejor, desde el punto de vista artístico, no te interesa una mierda.
Eso es lo que ha ocurrido con muchos en OT, Factor X, La Voz, El número 1... Las discográficas aprovechan el tirón del programa para quemar tu imagen pocos meses sin interesarles lo que va a pasar después haciéndote un mal disco.
Todavía recuerdo a Natalia de OT (una a la que tampoco le ha ido tan mal después de todo) cuando volvió a OT durante su misma edición unas semanas después de haber sido expulsada y dijo: "he estado una semana en Londres grabando mi disco". Se me pusieron los ojos como platos pensando que los buenos se pasan meses en el estudio de grabación y ella lo hizo en una semana, ni más menos. Hace 12 años, en la primera edición de OT sonaba atractivo, pero poco a poco la gente entiende que un talent show no es una garantía de carrera musical (y mucho menos de calidad).