Definitivamente el nivel ha subido. Pero ni es un sonido particularmente contemporáneo, ni la voz de Britney luce más, ni es "artsy Fartsy" como ella misma dijo.
Este último tema tiene un punto más actual, por lo raro de la melodía, por la producción que es un poco más arriesgada, y porque ella no suena como una imitadora de Alvin y las Ardillas (como en Private Show y Clumsy).
Pero desde luego no se sale de lo que uno podría esperar de Britney.