Hace ya unos cuantos años, empecé a hablar con un chico por grindr (o similar) que justo esa semana había visto por la calle y en chocochurros, así que yo estaba rollo señales del destino, pero el chico aunque me hacía caso, no lo suficiente. Así que tuve que stalkear.
Como tenía su instagram enlazado al perfil de grindr, entré y él, amante de la privacidad, tenía su nombre completo real ahí, bien bonico esperándome. Lo busqué en facebook y lo tenía abierto.
Justo, ese día puso un estado en Facebook como que estaba de bajona y que quería ir a un karaoke. Yo, que soy amante de los karaokes (y quería tema), empecé a preguntarle que qué tal el día, que si le apetecía hacer algo. Él se puso remolón porque tenía vergüenza de querer ir a un karaoke, pero al final me dijo que quería ir y fuimos.
Fuimos esa misma noche, todo fetén, risas, nos liamos, hicimos sexos, estuvimos liándonos unos cuantos meses. Hasta que hubo drama porque está un poco loquita y no había superado su última ruptura y a los meses nos reencontramos en el Mulafest y nos liamos a hostias literal rodando por el suelo.