Yo he sido siempre muy pro taxi, pero desde lo de Barcelona estoy pensando en no volver a coger uno jamás. Que se sigan luciendo que van conseguir que regulen a las otras compañías pero no va a haber ni Dios que quiera montar con ellos.
Pienso en que uno de esos energúmenos puede llevarme a casa de noche y se me revuelven las tripas.