El caso de Polonia (y el componente sexual de la frase "water can't cool me down") es el típico que arrasa en el televoto pero recibe una respuesta tibia de los jurados. O tal vez eso es lo que quiero pensar, porque me horrorizaría que ganase algo así.
El niño sueco, Frans, que actuaba en la cuarta semifinal del Melodifestivalen el sábado como quien pasaba por ahí, lidera las apuestas suecas y las ventas en iTunes. Al contrario que la polaca, el tema tiene gancho para atraer televoto y jurado a partes iguales.
Mañana Armenia y el día 5 Rusia. Todo puede cambiar.