Mi madre barría y fregaba (y creo que sigue haciéndolo, aunque ahora son dos y no cuatro) la cocina después de cada comida Y después de cada cena. El comedor barrido después de cada comida también. El suelo fregado cada dos/tres días. El baño limpio cada dos/tres días también. El polvo del comedor, quitado cada tres o cuatro. Los cristales, cada 15 días.
Yo vivo solo y no tengo contratado a nadie para limpiar. A mí no me come la mierda, cualquiera de les amigues que ha estado en casa sabe que soy bastante ordenadito (con el baño sobre todo), pero desde luego ni de coña tengo el estándar de limpieza de mi señora madre.
Supongo que es cultural/generacional. Personalmente me descorazona que el tema de la limpieza sea siempre el eterno retorno, como a ti. En una semana cualquier suelo pasa de estar impecable a estar guarro. La mampara del baño dura mucho menos. Y no se puede hacer nada al respecto, vaya. Pero bueno, yo he aprendido a relajarme con los años.