Y una polla como una olla. Y menos en estos tiempos. ¿O es que los artistas no ponen a la venta su obra por trozos? Que si 30 segundos de canción en Instagram, que si un single por aquí, que si un video por allá...
Ya está bien de la idea de la obra de los artistas como algo SAGRADO ante lo que el resto de los mortales nos tenemos que postrar o adorar.
"El criterio del artista prevalece sobre el del consumidor". Dice mucho que uses ahí la palabra consumidor en lugar de espectador o público.
Y bueno, hablamos de Lana del Rey y del pop, no del Requiem de Mozart...