No sé si es que estoy mal acostumbrado, pero veo un diseño de arte con una dirección clara, coherencia en la tipografía y colores, una estética que gire en torno a un mismo concepto, y ya estoy dentro.
Y lo digo sin que la portada o las fotos me parezcan bonitas, o que la temática religiosa me interese de entrada.
Una estética currada para mí se sobrepone a la belleza (o ausencia de la misma).