Uno de tantos ejemplos de la estupidez humana y uno de mis favoritos es la injusticia contra Ignaz Semmelweis en su momento.
Siglo XIX, descubre que la causa de la altísima mortandad de las mujeres en el parto es la falta de higiene de los médicos. Propone que se laven las manos adecuadamente y así salvar vidas, pero lo desprecian y desacreditan como médico. Años después acaban internándolo a la fuerza en un psiquiátrico, donde muere, demente, a los 47 años.