Bueno, esto es lo de siempre. Al final, y como les han repetido tantas veces en las visitas en la academia, el éxito es poder vivir de ello y haciendo lo que te gusta. A lo mejor tienes que autoeditarte o autoproducirte, tocar en salas pequeñas o componer jingles para anuncios de televisión. En el mundo de la música, y más cuando se trata de concursantes de un talent show, está muy estigmatizado el hecho de no vender millones de discos o no llenar estadios.
Por ejemplo, y sin ir más lejos, en el caso de Ricky Merino, estudió comunicación audiovisual y eso le permite ir combinando ambas facetas: colaborar en programas de televisión e ir haciendo algún que otro bolo y sacar single de vez en cuando para actuar en el orgullo o en un concierto de Los 40. De momento, haber participado en OT le ha dado a conocer al gran público y le permite vivir del show bussiness y no creo que sienta que ha fracasado.