Sin ánimo de unirme a esta convención de psicología, sólo diré que ella misma explicó que su revolución erótica del 92 era como una rebeldía adolescente tardía, unida a su deseo natural de romper tabúes y ser libre. Un ejercicio de libertad.
No creo que el mensaje sea "actuaré como una puta por despecho" sino más bien "como mujer soy dueña de mi sexualidad, mi cuerpo y mi vida, y haré lo que quiera con ello, desafiando al atraso social"