Caso 1. No contestar mensajes de grindr. Obvio lo he hecho. Procuraba no hacerlo y un "busco otro perfil, un saludo" siempre me ha parecido más educado que el silencio, aunque uno no siempre puede o quiere ser educado 24/7.
Caso 2. Dar largas con gente con la que no había quedado o había quedado ya y no me había interesado. También lo he hecho. Creo que se entiende fácil quién quiere algo y quién no.
Caso 3. Desaparecer de la faz de la tierra si veía que el otro tenía interés genuino en conocerme. No lo he hecho nunca. Siempre he tenido la paciencia, la empatía o el miedo al karma suficiente como para tener una charla relativamente incómoda por whatapp o como fuera (no en persona, lo reconozco, pero pa qué).
Lo que no sé es si un 2 debería haber sido un 3 y yo no me he dado cuenta y he sido tremendo capullo con esa persona y me ha odiado mucho por no dar explicaciones. Conscientemente nunca ha pasado, pero uno no se puede meter en la cabeza de la gente. A eso me refería, que es difícil realmente saber el otro en qué punto está, y más en relaciones informales.