No, hombre. Hay momentos y lugares.
No es lo mismo estar en un AVE vagón silencio o en un buen restaurante que en un 100 montaditos sentado en una banqueta.
Y yo hablo de la mala educación de los padres, no de los niños.
Claro que un bebé puede llorar y gritar, la culpa no es suya. La culpa es de los padres que presuponen que el resto va a tomarse con normalidad tener que aguantarlo en según qué contextos.