>Estoy de acuerdo con esto que dijo ayer en la radio Bernat Dedeu (sí, ahora me tomo el ibuprofeno):
>"La derecha madrileña ha visto muy bien que, después de la pandemia, era necesaria una campaña que transmitiera un cierto entusiasmo. La gente está muy cansada, muy tocada, y escuchas hablar a Pablo Iglesias hoy a pie de urna, diciendo cosas como "los fondos europeos implican un giro neo-keynesiano..." y claro, oye... yo estoy encantado de que los lideres políticos citen a Kant y a Hegels y que sean cultos... pero tío, es que eres un CENIZO; y la gente llega un momento en que se harta de cenizos. ¿Cómo ganó las elecciones Laporta? Pues diciendo una cosa muy sencilla: queremos al Barça y queremos volver a ganar. La gente quiere poquito de luz al final del túnel, no que la traten de idiota, pero sí que le den un poquito de luz; y escuchas hablar a la izquierda madrileña y están permanentemente dando clase, permanentemente dando tesis doctorales. La gente prefiere a una tipa cañí que quizás no da para mucho pero les habla directamente y la entienden, que a una panda de gente que los trata de catetos. Esto sí que desmoviliza."
>Como bola extra a lo de Bernat, añadir que no me parece que la izquierda en conjunto haya hecho una mala campaña, pero sí creo que ha perdido bastante capacidad de conectar con la gente, se ha enredado en el sofisma y se ha entregado a un discurso apocalíptico un tanto opaco, que los ciudadanos no acaban de ver reflejado en su realidad cuando miran alrededor (que la izquierda se haya dejado robar conceptos como el de "libertad" es un golpe de efecto muy hábil por parte de Ayuso, que nadie le ha sabido contrarrestar). Resulta bastante revelador que el único partido de izquierdas que no se ha pegado el batacazo, Más Madrid, fuese el que soltaba ideas claras sobre políticas pragmáticas para los ciudadanos, y el que intentaba vender un mensaje en positivo.
>Lamentablemente, reflexiones de garrafón como la de Monedero esta mañana diciendo que los votantes de derechas no le parecen Einstein abundan en el mismo error, y son el camino más seguro para que acabemos con un gobierno de PP + Vox en las próximas generales. Mientras seguimos llamando tonta a Ayuso, ella ha tirado por el barranco de una sola hostia electoral a Pablo Iglesias, a Ángel Gabilondo (bueno, esto no tiene apenas mérito), a Inés Arrimadas y, si se descuida, a Pablo Casado.
>Oye, pues aún tenemos suerte de que no sea lista, ¿no?
Leído hoy. Amén.