Qué puto cuadro KSG. La bromita de Emilia Pérez se les ha ido de las manos, estaba visto. Lo curioso es que por mucho odio que reciba la peli (y no me extraña), son los propios involucrados los que la están reventando desde dentro.
Nominar a esta actriz y a este director, solo por política e inclusión, les ha salido rana y yo me alegro.