Os diría que toda la cuestión del mangoneo con el jurado -del que no tengo duda, ojo- queda un poco en la sombra viendo a una señora que es capaz de manejarse así en una rueda de prensa, y que sale airosa de una atolladero semejante.
De un escándalo, que encima viene avalado con los votos desglosados, María está creando toda una narrativa de injusticia porque el Benifest ha sido un éxito televisivo y nadie lo reconoce. Y está colando. Flipo.
Seguro que este sábado estará frente a dos pantallas, entre Sanremo y el Melodi, tomando buena nota.