Madre mía Irlanda. Sólo por lo diferente y el último minuto electrizante, mi favorita. Muy bien Ucrania. A la chica polaca le pasa como a Mary que la canción no está pensada para que la voz destaque. Pero buena canción.
Y Baby lasagna brutal. No me gustaba la canción y ahora de repente es un sí brutal. Detalles como la gracia de la chica monja o el de la teclita son grandes actores secundarios de una gran actuación.