No siendo favorita, y arriesgándose a quedar difuminada entre candidaturas similares, lo mejor que le podría pasar a Melody sería abrir el show. Aun así es casi imposible: la UER descorcha los shows (semis y finales) con temas que usan todo el potencial del escenario, y que por lo general son en inglés. A ello le sigue la segunda canción que, al menos desde hace unos años, se usa para quitarle rigor al opening con un toque de camp -la sonada excepción a ello siendo Ucrania el año pasado porque lo pidieron ex-profeso para no ganar otra vez.
Así que me preocuparía más que pongan a Melody segunda. Pero como lo de Alfred y Amaia (2018) actuando en ese puesto es bastante reciente, de repetirse este año entraría en la categoría de agravio nacional y no se entendería del todo bien con la buena relación actual entre RTVE y la UER, en las antípodas de entonces.
El otro escenario peligroso para Melody (otro clásico de España en el festival) es que nos usen de búfer entre dos grandes favoritas. Eso fue la estocada de Barei, por ejemplo.