Esta semana no me ha pasado de momento nada reseñable para contar aquí, pero tiro de archivo histórico. Cuando tenia 18 años, salí una noche con un par de amigos, y sólo teniamos el dinero para entrar en la discoteca, y trazamos un plan: entrariamos en el cuarto oscuro y, mientras los otros dos entretenian a alguien por delante, yo me ponia por detrás y le pispaba la cartera. Así lo hicimos, y cuando ya la tenía en la mano, el tio me coje el brazo con fuerza...no veas lo que me costó soltarme y escabullirme, además, la cartera se me calló al suelo, entre toda la mierda que debía haber allí.