Lo del bus de @Tijuana me ha recordado a un día que volvía de fiesta y esperando el metro había un tío a mi lado que se pasó el rato escupiendo. Una vez, y otra, y otra... y a mí eso es una de las cosas que más me ponen en el mundo. Vamos, que cuando me levanté del banco para subir al metro casi no podía ni andar de la empalmada que llevaba.