Acabo de soltar una parrafada súper cursi en un concurso para ganar no sé qué RPG:
"Al final de Final Fantasy X, con esa despedida que adivinas horas antes. Ese adiós que te espera, y lo sabes, por muchas invocaciones que hagas, tesoros que descubras, habilidades que fortalezcas, o armas que mejores. Está ahí, nunca terminas de hacerle caso. Pero tras el fogonazo de la derrota de Sinh, emerge su melancólica sombra y te hace empañar con lágrimas el brillo de tu victoria."