Justificaciones seguro que hay muchas, algunas de ellas muy nobles, pero yo hablaba de la NECESIDAD. Con la cantidad de relatos que hay por reflejar, reales o imaginarios, es que no concibo coger un suceso archiconocido y archiexplicado y volverlo a poner delante del espectador para que lo mastique despacito, no se vaya a atragantar con algo nuevo o diferente.